Kristin Davis, reconocida por su papel de Charlotte York en “Sex & The City”, revivió recientemente uno de los momentos más humillantes que experimentó durante la segunda temporada de la serie, en el episodio titulado “The Chicken Dance” (1999). En su podcast “Are You a Charlotte”, Davis compartió cómo la escena en la que el padre de un padrino la manosea en la pista de baile fue realmente incómoda y degradante para ella. Según relató, durante la grabación, la directora Victoria Hochberg gritaba a su compañero de escena que la agarrara “más fuerte” del trasero, lo que incrementó el nivel de vergüenza y enojo para la actriz. Davis señaló que la expresión de furia con la que confronta al personaje masculino en la serie es, en realidad, su verdadero enojo al vivir ese momento frente a las cámaras: “Me da rabia haber tenido que hacerlo. Me da rabia que este hombre tuviera que tocarme el trasero. Es mortificante, ¿sabes?”.
La actriz también reveló que este sentimiento de humillación fue exacerbado por el cansancio generalizado del equipo, ya que llevaban una extenuante jornada de grabación, y eso contribuyó a su vulnerabilidad emocional durante la escena.
Además, Davis expresó en entrevistas y en su podcast que, especialmente en las primeras temporadas, hubo una cantidad de escenas sexuales que consideró innecesarias. Comentó que pensó que la serie estaba dirigida a mujeres, y muchas podrían sentirse incómodas viendo tanto sexo en pantalla, como si apuntara más a la mirada masculina que a la femenina. Añadió que se sentía confundida y poco protegida, recurriendo incluso a esconderse en su camerino y llamar a su representante en Los Ángeles tras algunas escenas difíciles. Davis subrayó que entonces no se hablaba abiertamente en el set sobre los límites ni existían coordinadores de intimidad, algo que hoy sería parte obligada de la producción, y que con el tiempo el enfoque de las escenas íntimas cambió para priorizar la comodidad y perspectiva de las actrices.
Por otra parte, comparó la manera en que sus compañeras de reparto gestionaban este tipo de situaciones: Kim Cattrall era la más intrépida y sabía defenderse, mientras que Sarah Jessica Parker era la más protegida, pero también la más incómoda con la desnudez; Cynthia Nixon, en cambio, parecía no inquietarse por esos temas, aunque Davis lamentó la falta de control del contacto físico por parte de la producción en algunas ocasiones.
En conclusión, Kristin Davis ha alzado la voz sobre la falta de protección y diálogo respecto a la intimidad en los rodajes de “Sex & The City” en su época, subrayando que la profesión ha avanzado y ahora existen recursos como los coordinadores de intimidad para evitar situaciones como la que a ella le tocó vivir, y que hasta el día de hoy recuerda como una de las más humillantes de su carrera