Comer papas fritas, en concreto papas a la francesa, tres veces por semana se relaciona con un aumento del 20 % en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un amplio estudio publicado en The BMJ y dirigido por investigadores de la Universidad de Harvard. Esta asociación se descubrió tras analizar las dietas y los resultados de salud de más de 205 000 personas durante casi cuatro décadas, durante las cuales más de 22 000 participantes desarrollaron diabetes tipo 2.
En cambio, consumir cantidades similares de papas preparadas con otros métodos (como al horno, hervidas o en puré) no mostró un aumento significativo del riesgo de diabetes. El estudio destaca la gran importancia del método de preparación: el alto contenido de almidón de las papas se descompone rápidamente en glucosa, pero es el proceso de fritura de las papas a la francesa el que parece aumentar considerablemente el riesgo.
La investigación también descubrió que sustituir las porciones de papa por cereales integrales podría reducir el riesgo de diabetes, mientras que sustituir las papas por arroz blanco se relacionó con un mayor riesgo. Esto subraya el beneficio de una dieta centrada en los cereales integrales y la limitación de los alimentos fritos para la prevención de la diabetes.
En resumen, si bien las papas contienen nutrientes beneficiosos como fibra, potasio y vitamina C, comerlas fritas con frecuencia aumenta sustancialmente el riesgo de diabetes tipo 2, mientras que comerlas horneadas, hervidas o en puré no conlleva el mismo riesgo.