Lyndsay Carreno quería una sonrisa perfecta, pero terminó enfrentando una experiencia complicada con sus carillas dentales. Durante una cita, al morder un rollo de sushi, sintió que una de sus carillas se movía, aunque no se alarmó porque ya había pasado por eso antes.
Cuando tenía 24 años, Carreno se sometió a un tratamiento para colocar cuatro carillas de porcelana en sus dientes frontales, con la intención de mejorar la apariencia de su sonrisa. Sin embargo, en solo un par de años tuvo que reemplazar dos de ellas y ahora, a sus 31 años, se arrepiente de haber optado por este procedimiento. Aunque reconoce que estéticamente cumple con sus expectativas, admite que sigue enfrentando problemas.
La demanda global de carillas dentales ha aumentado significativamente, y se estima que el mercado alcanzará un valor de 3,880 millones de dólares para 2031. Más del 50% de las visitas al dentista actualmente tienen motivaciones estéticas más que médicas, como fue el caso de Carreno, que no tenía problemas funcionales con sus dientes, sino solo preocupaciones cosméticas.
La transformación dental de su madre —quien recibió implantes y coronas tras un accidente que le hizo perder los dientes frontales— fue lo que la animó a considerar las carillas. “Recuerdo que los de mi mamá se veían increíbles y ella no tuvo problemas, estaba encantada con su sonrisa”, comenta.
No obstante, los implantes dentales y las carillas son tratamientos distintos. “Los implantes están atornillados a un soporte quirúrgico y son más resistentes que los dientes naturales”, explica Carreno. “En cambio, una carilla es una fina pieza de porcelana que se pega a la superficie limada de un diente sano. Pensándolo bien, no debería hacerse eso a un diente saludable, pero te venden la idea de que obtendrás la sonrisa perfecta y, siendo muy joven, simplemente acepté hacerlo”.
La influencer de TikTok Alix Earle también compartió una experiencia similar de arrepentimiento tras colocarse 10 carillas años atrás. En un video donde lija una carilla rota durante un viaje, invitó a sus seguidores a aceptar y valorar sus dientes naturales.