Pac-Man casi llegó a ser un peleador musculoso en el juego original de TEKKEN de 1994 para PlayStation, gracias a una idea de Katsuhiro Harada, gerente general de las franquicias de Bandai Namco Entertainment. Harada imaginó transformar a Pac-Man en un luchador humanoide con su icónica cabeza amarilla. Sin embargo, su creador, Tōru Iwatani, se opuso firmemente a esta idea y le dio un “regarreo”, cuestionando qué estaba haciendo con la mascota tan querida de la compañía. Tras ese regaño, Harada recibió un documento extenso con las reglas para el uso de Pac-Man y decidió no volver a tocar el tema.
A pesar de esto, Harada cambió de opinión años después y como director de juego ay
udó a incluir contenido temático de Pac-Man en TEKKEN 8, con objetos cosméticos y efectos para combates con motivo del 45.º aniversario de la franquicia, aunque sin convertir a Pac-Man en un personaje musculoso peleador.
Esta anécdota se ha compartido públicamen
te y es un ejemplo de cómo las licencias y personajes icónicos pueden tener restricciones estrictas sobre su uso y representación, incluso dentro de la misma compañía.