En la serie The Four Seasons de Netflix, Nick (Steve Carell) disfruta de unas vacaciones con amigos de toda la vida, todos en pareja, junto a su nueva y joven novia. Todo parece perfecto hasta que descubre que su exesposa, Anne, se hospeda en el hotel vecino para espiarlos. No es difícil comprender su reacción: tras un divorcio, ver al ex quedarse con el grupo de amigos, especialmente en el primer viaje después de la separación, puede resultar frustrante. Y sin duda, Anne merecía conservar a esos amigos.
El divorcio no solo significa el fin de una relación de pareja, sino que también cambia —y en ocasiones destruye— la vida social compartida. ¿Quién mantiene las amistades? ¿Surgen conflictos o resentimientos? ¿Qué pasa cuando uno de los ex inicia una nueva relación? Hablamos con personas divorciadas y expertos en relaciones para analizar cómo gestionar las amistades tras una ruptura y las emociones que se despiertan cuando el círculo social se ve alterado.
¿Quién conserva a los amigos?
La terapeuta familiar Ciara Bogdanovic explica que el divorcio suele transformar profundamente las dinámicas sociales, especialmente cuando las amistades se formaron como pareja. “Los amigos pueden sentirse incómodos, sin saber cómo manejar lealtades o evitar tensiones”, comenta a Yahoo.
Por su parte, el terapeuta Thomas Westenholz, especialista en terapia centrada en las emociones, señala que muchos amigos sienten la presión de “tomar partido”. Kate, de Wisconsin, lo vivió en carne propia: “Conocí al esposo en la universidad, pero tras su divorcio, me puse del lado de ella para siempre”, relata. Su decisión fue después de que él abandonara a su esposa e hijo para casarse rápido con otra persona. Desde entonces, Kate apoya a su amiga, ahora madre soltera, sin titubear.
Sin embargo, Erin, de Mississippi, muestra que no siempre hay que elegir. “Con el tiempo, volví a ser amiga de ambos”, explica, después de mantener contacto con una pareja divorciada. En la boda de la hija de ambos, 18 años después, los vio compartir espacio sin problemas. “Se llevaron bien”, recuerda.
Bogdanovic desmiente el mito de que los amigos deben elegir bando. Sugiere que, tras una separación, lo mejor es tomar la iniciativa: invitar a los amigos a pasar tiempo individualmente y expresar el deseo de mantener la relación. La trabajadora social Jessica Plonchak añade que ver las amistades como un “trofeo” no es saludable. “Es fundamental que cada persona decida de forma libre con quién se siente cómoda, sin imponer lealtades ni culpas”, afirma. Las verdaderas amistades perduran con respeto y madurez.
El dolor de perder amigos
Para muchas personas, el cambio en las amistades tras un divorcio representa una pérdida adicional. “Es un segundo duelo: no solo pierdes a tu pareja, sino también a amigos”, señala Bogdanovic.
La abogada de divorcios Renée Bauer vivió esto en primera persona: “Cuando me divorcié, muchas amistades vinculadas a mi esposo desaparecieron. Fue una etapa solitaria”, confiesa. Esto la impulsó a construir un nuevo círculo social desde cero.
Ann, de Ohio, comenta que ella y su ex retomaron sus amistades previas al matrimonio, sin mantener vínculos en común. “Sus amigos eran un desastre, para ser honesta”, dice con humor. “Debería haberlo notado antes”.
En conclusión, el divorcio no solo redefine la vida amorosa, sino también las conexiones sociales. La clave está en la comunicación abierta, el respeto mutuo y la disposición para adaptarse a los cambios, tanto para quienes se separan como para los amigos que los rodean.
